Razones por las cuales ser delgado NO es sinónimo de salud

El concepto de “tener un peso saludable” es una herramienta simple para fomentar que las personas tomen acción en su alimentación y estilo de vida si se encuentran con sobrepeso u obesidad.

Sabemos que los “kilos de más” son un problema grave para la salud, están claramente vinculados a enfermedades como diabetes, problemas del corazón, presión alta, colesterol y triglicéridos altos, hígado graso, cáncer, etc. Sin embargo, los últimos estudios de composición corporal mencionan que estar dentro del peso saludable NO es necesariamente sinónimo de salud.

Hoy te presento 4 razones de por que sin importar el peso que tengas debes seguir una alimentación y estilo de vida saludables y por que esto debe de ser una prioridad en tu vida:


1. El peso es un número en la balanza que NO refleja “de qué estamos hechos”.

Cuando hablamos de composición corporal nos referimos a que el cuerpo está hecho de diversos elementos como: agua, grasa, músculo, huesos, órganos y otros componentes. Esto quiere decir que dos personas pueden tener el mismo peso, pero tener una distribución de grasa y músculo distinta:


Mantener un equilibrio entre la grasa y el músculo de tu cuerpo es primordial para permanecer saludable.


2. Niveles altos de grasa corporal = Riesgos elevados de enfermedades crónicas

Sin importar cuál sea tu peso, el exceso de grasa corporal (en especial la que se acumula en el abdomen), es un elemento clave para desarrollar enfermedades crónicas, ya que promueve un ambiente de inflamación constante en todo el cuerpo.

Esto quiere decir que una persona con peso normal, pero grasa corporal elevada, tiene riesgos similares de salud a los de una persona con sobrepeso u obesidad. Los riesgos son la posibilidad de desarrollar: resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, presión arterial alta, colesterol y triglicéridos altos, y enfermedades del corazón.


3. El músculo es importante para mantenernos saludables

Mantener un nivel muscular óptimo es esencial para prevenir fracturas, fragilidad general y sarcopenia (pérdida de músculo relacionada al proceso de envejecimiento).

El músculo además de proporcionar movilidad, trabaja en conjunto con órganos como el hígado, páncreas, cerebro y tejido adiposo para mantener diversas funciones metabólicas que se reflejan en nuestra salud.


4. Eres lo que comes sin importar tu peso

La elección de cada alimento o bebida que consumes no sólo impactará en los niveles de grasa o músculo de tu cuerpo, también se verá reflejado en tu piel, sistema inmune, en el buen funcionamiento de tus órganos, metabolismo y es parte esencial de la prevención de enfermedades.

Es decir que, si consumes alimentos de baja calidad nutricional, tales como: productos altos en azúcar, grasa saturada, ingredientes artificiales, exceso de alcohol, entre otros; tu composición corporal y funciones metabólicas se verán afectados de manera negativa poniendo en riesgo tu salud (aunque tu peso se mantenga igual o en rangos considerados como normales).

Lo mismo pasa con la actividad física constante, ya que el ejercicio promueve la prevención de enfermedades y mantiene una buena condición muscular.


¿Cómo puedes conocer tus riesgos de salud relacionados a la composición corporal?

Definitivamente acudir con un nutricionista es el primer paso para profundizar sobre los riesgos de salud relacionados a la composición corporal y comenzar una estrategia para llevar una alimentación saludable. Los métodos más usados en el consultorio se utilizan para determinar los niveles de grasa y/o masa muscular y son: pliegues cutáneos, bioimpedancia eléctrica o absorciometría de rayos X de energía dual.








También existe un método muy sencillo y rápido que puede realizarse desde la comodidad del hogar:  medir la circunferencia de cintura, esta herramienta sirve para determinar riesgos de enfermedades crónicas en personas de cualquier peso:

                          

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