Meditación para el deporte: las 7 claves

La meditación es una técnica que puede ser muy útil en la preparación mental de los deportistas o de las personas que se ejercitan con regularidad

A estas alturas podemos considerar que los beneficios que la meditación tiene para el bienestar de una persona están bien claros. Esta técnica milenaria permite encontrar un equilibrio físico, mental y espiritual convirtiéndose en un elemento básico para eliminar el estrés, la ansiedad o las preocupaciones del día a día, favoreciendo la paz interior. La meditación es, además, un componente clave de una de las técnicas más de moda en la actualidad, el mindfulness, el mantenerse centrado en el presente y en lo que estamos haciendo en cada minuto. Así pues, podríamos decir que la meditación ha estado siempre presente, pero una de sus aplicaciones ha pasado desapercibida para la mayoría de personas. Hasta ahora. Y es que la meditación es una técnica que puede ser muy útil en la preparación mental de los deportistas o de las personas que se ejercitan con regularidad.

Las ventajas que la meditación puede tener para una persona deportista van más allá, además, de la actividad física incorporándose a su vida diaria. A continuación, algunos de los beneficios por los que es bueno considerar la incorporación de la meditación a nuestras rutinas deportivas.

1. Concentración

Con la meditación entrenas el enfoque de la atención sobre un factor concreto, algo muy necesario para el deporte. Entrenar la mente ayuda a tener el cerebro concentrado en la actividad y, así por ejemplo, ver pases donde nadie los ve. Sea cual sea tu deporte, estarás más concentrado durante su práctica.

2. Resistencia

Las lesiones son una consecuencia habitual de las carreras deportivas. La meditación ayuda a ganar resistencia y tiende a reducir los dolores. Otra resistencia con la que puede ayudar es con la mental. Aleja los pensamientos obsesivos de la mente. Meditar nos hace fuertes y ayuda a olvidar los fracasos deportivos que podamos haber sufrido en el pasado.

3. Adiós al miedo

El miedo forma parte del deporte – perder, lesionarse, fracasar-. Tanto que puede llegar a provocar errores al bloquearnos. La meditación calma la amígdala, la zona dónde se generan los miedos.

4. Más fuertes y sanos

Meditar diariamente ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y reduce el riesgo de sufrir enfermedades y lesiones. Además, esta práctica mental ayuda en la salud cognitiva, la toma de decisiones y la lucidez mental, aspectos que se pueden deteriorar con la edad.

5. Estabilidad en las emociones

La meditación se encarga de estabilizar las emociones de los deportistas y les ayuda a tomar el control de sus estados de ánimo, vital cuando se toma partido en competiciones. Estar siempre bajo presión hace que surja el estrés. Es incontrolable, pero se puede reducir meditando durante unos minutos antes del gran evento que nos produce esta sensación.

6. Dormir

El descanso es muy importante para los deportistas, para que se desarrollen debidamente y no se distraigan de sus objetivos. La meditación ayuda a desacelerar la mente y mejora la calidad del sueño.

7. Autoanálisis 

La relajación y la meditación hacen que encontremos nuestras debilidades y podamos trabajar sobre ellas para mejorarlas. En la misma línea, la visualización es otra de las herramientas con mejor resultado para los deportistas durante una meditación, un entrenamiento más allá del físico. Por ejemplo, imaginando la trayectoria del balón en un tiro libre de basketball o un tiro libre en fútbol.

Por dónde empezar??

Si te convencí y crees que la meditación encaja contigo y con tu entreno, tiene distintas opciones para empezar a practicarla. Disciplinas como el yoga trabajan la flexibilidad y el tono muscular a través de la concentración y la respiración. Es una buena forma de iniciarse. Cuando ya vayas por libre, además de ponerte ropa cómoda, piensa en elegir un ambiente agradable libre de interrupciones o ruidos fuertes y bruscos. A la hora de meditar, la respiración es tu mejor aliada. Pon toda tu atención en ella. Por ejemplo, imaginando que mueves una moneda arriba y abajo de tu vientre a medida que inspiras y expiras. Repetir una palabra o frase corta –un mantra- con cada respiración ayuda a anular otros pensamientos de la mente. A medida que vayas tomando práctica, verás que hay multitud de técnicas de meditación. Algunas de ellas son, por ejemplo, recordar al detalle un espacio –casa o paisaje- que hayas visitado. A partir de aquí, tu imaginación y tu mente son el límite.